viernes, 4 de junio de 2010

Trascender...

Una de mis primeras preocupaciones reales en la vida (y ríanse de esto...) fue la de trascender.
En la primaria, durante las clases de historia de México, nunca logré aprender muchas de la fechas y el contenido de los miles de Planes que se celebraron entre Fulano y Mengano (tampoco se quién celebró cuál con otro quién), pero lo que si logré, a una edad en la que muchos otros ocupan sus pensamientos en otras cosas, fue captar la clara idea de que aunque no conocí a Fulano ni a Mengano, ellos hicieron cosas suficientemente importantes como para que tantos años después siguiéramos hablando de ellos.
Fue entonces cuando decidí que yo tenía que hacer algo así, algo trascendental que fuera tema de una clase escolar años y años después (debo admitir que el boost para mi ego que eso hubiera significado era un extra pero la razón verdadera para esa determinación fue que me pareció la única solución para el paralizante miedo a la muerte que recientemente he comenzado a superar).
Trascender de esa manera, trascender de libro de texto es sin duda alguna un reconocimiento al trabajo, al esfuerzo, a la dedicación, a la capacidad, a la decisión correcta tomada en el momento correcto. Sin embargo, no es para todos.
Hoy, muchos años después, se que para trascender no es necesario haber descubierto la electricidad ni haber inventado el foco (a pesar de lo útiles que nos han resultado a todos los demás, jajaja). Pero también se puede trascender de otras formas.
El ama de casa que ha pasado veinte años criando a sus hijos, cuidando de su esposo y de su casa, ha trascendido tanto o más que aquel investigador que dedica su vida a estudiar fenómenos físicos y con mucho trabajo y algo de suerte, descubre o prueba alguno.
Hoy ya no me preocupa no formar parte de la enciclopedia ilustrada un día. Ni que mi nombre no sea incluido en los programas de historia de educación básica.
Hoy, a través de un proceso muy largo del que no puedo tomar crédito, ya que fue Dios y las grandes personas que Él ha puesto en mi camino quienes me condujeron, he perdido algo del miedo y descubrí que prefiero trascender de una manera diferente.
Trascender en las personas. Servir. Amar. Vivir. =)
Bienvenidos a un blog que probablemente será profundo algunas veces, pero muy banal otras tantas (porque también hay que serlo de vez en cuando).
Un hermoso día para todos!

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